Crónica de la final de la VIII Olimpiada Filosófica

Finalistas de la VIII Olimpiada filosófica de Castilla y León

Como en años anteriores la Facultad de Filosofía de la Universidad de Salamanca ha acogido de manera excelente la final de la VIII Olimpiada filosófica de Castilla y León. La asistencia a las actividades ha sido masiva: más de 400 alumnos prácticamente llenaron junto a sus profesores el salón de actos de la Hospedería Fonseca, para escuchar con atención la conferencia inaugural, impartida por Adela Cortina, y el debate entre centros que se celebró a continuación.

Viernes 22 de marzo: Inauguración, conferencia y debate

A las 10:30 de la mañana ya estaba prácticamente llenó el salón de actos de la Facultad de Filosofía de Salamanca, procediéndose a la inauguración de la final, que corrió a cargo de Dña. María Luisa Martín Calvo (Vicerrectora de Docencia), D. Pedro Hervás Garrachón (Dirección General de Innovación Educativa y Formación del Profesorado), D. Ricardo Isidro Piñero Moral (Decano de la Facultad de Filosofía) y Dña. Isabel García Conde (Coordinadora de la Asociación Olimpiada filosófica en Salamanca). Todos ellos dieron la bienvenida a los alumnos y sus profesores, destacando especialmente la labor de estos en su tarea de fomentar la reflexión crítica, agradeciendo también a todos los implicados en la Olimpiada su tesón y compromiso. Además, se hizo entrega de un diploma en reconocimiento a las dos alumnas clasificadas para la XXI Olimpiada Filosófica Internacional.

Tras la inauguración, D. Celso Redero San Román (Colegio Antonio Machado) presentó a la conferenciante de la mañana, Dña. Adela Cortina, subrayando su larga y dilatada carrera, tanto en lo académico como en otras áreas, al ser la fundadora de Étnor o la primera mujer en ingresar en la Academia de las Ciencias Morales y Políticas, así como su importante labor en terrenos como la bioética. A continuación, Dña. Adela Cortina impartió la conferencia inaugural: ¿Es razonable creer en Dios en el siglo XXI?. Reconoció de partida que había razones para creer y para no creer, y que había que buscar de partida una postura tolerante, basada en la creencia razonable, no dogmática. A continuación repasó los principales argumentos en contra de la existencia de Dios: el silencio de Dios, la filosofía de la sospecha y el problema del mal. En respuesta a los mismos, expuso los principales argumentos tesitas, desde una doble perspectiva: teórica, con referencias a San Anselmo y Santo Tomás, y también los argumentos prácticos, citando autores como Kant, Habermas o Horkheimer y con alusiones a la dimensión social del ser humano. Tras la exposición, mostró su postura personal, afirmando que existían motivos razonables para creer. Como no podía ser menos, su conferencia dio lugar a un interesante turno de intervenciones por parte del público. .

Tras un brevísimo descanso, tuvo lugar el debate entre centros. En esta ocasión los participantes fueron alumnos del I.E.S. González Allende (Toro, Zamora) y del Colegio de Fomento Pinoalbar (Valladolid). Continuando con el tema general de la olimpiada, la cuestión era clara: la existencia de Dios. D. Miguel Santa Olalla (Presidente de la Asociación Olimpiada Filosófica) comenzó presentando a las seis alumnas que iban a protagonizar el debate, y explicando la mecánica general del mismo. Tomó entonces la palabra el instituto de Toro, aludiendo a los argumentos clásicos en contra de la existencia de Dios, citando a Epicuro, Marx, Nietzsche y Freud, y aludiendo a las consecuencias prácticas y negativas que iban ligadas a la idea de Dios, con ejemplos históricos como el de la inquisición y otros más recientes, cuestionando por ejemplo las actuales relaciones entre la iglesia y el estado. Por su parte, las alumnas del Colegio de Fomento Pinoalbar, adoptaron una perspectiva más próxima a la ciencia. Partiendo de enfoques matemáticos como el de Hilbert o de teorías físicas como la de Flew, fueron desgranando los principales argumentos de la existencia de Dios, respondiendo incluso a perspectivas críticas que proceden de la propia ciencia, como se ve en autores como Hawkings o Dawkins. Tras la exposición de ambos equipos, hubo un tiempo para el diálogo entre las seis alumnas y también para la intervención de los alumnos que presenciaban el debate, que se animaron a participar y plantear sus propias preguntas y puntos de vista.

Este resumen de todo lo vivido el viernes por la mañana no estaría completo si no hiciéramos una referencia a lo que ocurría más allá de los muros del Salón de actos de la Hospedería Fonseca. En esta edición, la olimpiada estuvo presente en Twitter, y a lo largo de toda la mañana los asistentes volcaron en la red todo lo que acontecía en la olimpiada, aportando una visión personal que ha abierto la olimpiada al resto de usuarios de esta red social. La actividad en la red fue intensa en la mañana del viernes, tal y como se puede comprobar en el canal de Twitter de la Olimpiada o en la búsqueda del hashtag #olimpfilosofica.

Después de comer los alumnos de Toro y Palencia junto a algunos finalistas disfrutaron de una visita por la ciudad que no quedo deslucida pese a la lluvia ocasional.

Sábado 23: Final de la Olimpiada filosófica

A las 9:45 se recibía a los finalistas en una ubicación muy especial: el Edificio Histórico de la Universidad. Tras unas breves palabras de bienvenida, los alumnos comenzaron a escribir sus ensayos sobre el siguiente tema planteado para la final:

Durante el tiempo en el que los alumnos preparaban sus ensayos, los profesores acudieron a la reunión ordinaria de la asociación Olimpiada filosófica. Terminado el plazo de hora y media, todos los finalistas asistieron a un café filosófico dirigido por D. Jorge Sánchez-Manjavacas Mellado. Siguiendo la práctica de los cafés, motivó una conversación rica y fluida, en la que participaron activamente los alumnos, abordando algunas de las cuestiones que se habían venido discutiendo durante la olimpiada. Partiendo del intento de encontrar una definición de Dios, afloraron las posturas teístas y ateas, que se acompañaron además de citas diversas de Epicuro, Nietzsche y Dostoyevski.

Seleccionados ya los ensayos de las 3 ganadoras, sus autores pasaron a realizar una defensa de los trabajos ante el tribunal compuesto por D. José Luis Fuertes Herreros (Universidad de Salamanca), D. Pedro González-Arroyo España (Universidad de Valladolid) y Dña. Esther García Guerras (Colegio Nuestra Señora del Camen de León). El diálogo entre el tribunal y los 3 ganadores fue estimulante, plateándose algunas cuestiones de actualidad relacionadas con las que se habían venido debatiendo en la olimpiada. En esta ocasión, las posturas quedaron muy repartidas: Dña. Ana Fernández Villar defendió la necesidad de entroncar la ética en la creencia religiosa, mientras que Dña. Alicia Aguado Carro y D. Juan Francisco Daniel Carrasco se mostraron partidarios de construir una ética basada en lo humano y respetuosa con lo religioso. Terminada la lectura pública y defensa de ensayos, ya sólo quedaba proclamar en qué orden iban a quedar las 3 alumnas seleccionadas.

Mientras el tribunal deliberaba, todos los asistentes pudieron disfrutar de un pequeño concierto del grupo de cámara De mvsica antiqva, que interpretó varias piezas clásicas y contemporáneas que fueron respondidas en todo momento con animados aplausos por parte de todos los presentes.

Finalmente se procedió a la entrega de premios para todos los finalistas, profesores y centros que han participado en esta olimpiada. Seguidamente se procedió a proclamar el nombre de las tres vencedoras:

  • Ganadora de la VIII Olimpiada filosófica: Dña. Ana Fernández Villar, del Colegio Nuestra Señora de la Consolación de Valladolid
  • Segundo puesto: Dña. Alicia Aguado Carro, del I.E.S. Jorge Manrique de Palencia.
  • Tercer puesto: D. Juan Francisco Daniel Carrasco, del I.E.S. Francisco de Salinas de Salamanca.

La clausura de la VIII Olimpiada filosófica corrió a cargo de D. José Luis Fuertes Herreros (Director del Departamento de Filosofía, Lógica y Estética de la Universidad de Salamanca) y D. Miguel Santa Olalla Tovar (Presidente de la Asociación Olimpiada filosófica). El primero, compartió unas palabras emotivas y emocionadas, alabando y aplaudiendo el trabajo de alumnos, profesores y familias, y poniendo al servicio de todos ellos a la Universidad de Salamanca, siempre dispuesta a esforzarse en la promoción del saber y la cultura. Por su parte, el presidente de la A.O.F. destacó un aspecto común del discurso de los tres ganadores: la necesidad de que haya tolerancia y respeto entre quienes creen y no creen en Dios. Tolerancia que nace, quizás, de la puesta en práctica de la filosofía, que tan amenazada está precisamente en estos momentos ante la nueva ley educativa.

Como colofón, queremos dar las gracias a todos los que han hecho posible la Olimpiada. Desde las grandes instituciones como la Universidad de Salamanca o la Junta de Castilla y León a otras igualmente imprescindibles ya en la Olimpiada como el C.I.T.A., sin olvidar a las empresas del mundo editorial como Edebé, Santillana, Vicens Vives y Everest. También en esta edición la gran ayuda que ha supuesto Globalia y Halcón Viajes, así como Caja Duero. Y cómo no mencionar a pequeñas librerías como Hydria en Salamanca o Margen libros en Valladolid que junto a la revista Filosofía Hoy han dado un toque más filosófico a los premios. También a D. Jorge Sánchez-Manjavacas Mellado (Koiné filosófica) y al grupo de cámara De mvsica antiqva. Este mosaico de apoyos que sostiene la olimpiada hacen posible que brille lo que hemos de agradecer de un modo fundamental: el esfuerzo de alumnos y profesores en mantener y potenciar la reflexión filosófica. Este esfuerzo es el protagonista principal de nuestra actividad, que en esta octava edición ha logrado mantener un altísimo nivel gracias también al trabajo y compromiso personal de quienes desde Salamanca han realizado las gestiones correspondientes para lograr todas las ayudas necesarias y han estado presentes en diferentes momentos de esta final: D. José Luis Fuertes Herreros (Universidad de Salamanca), Dña. Isabel García Conde (I.E.S. Francisco Salinas), D. Celso Redero San Román (Colegio Antonio Machado) y Dña. Sagrario Rollán Rollán (I.E.S. Mateo Hernández)

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